martes, 31 de mayo de 2011

Una crítica de la ciudad actual

Acta de la primera sesíón de trabajo celebrada el 31 de mayo de 2001

Aprobada en la reunión del 6 de junio de 2011.


La primera sesión de trabajo del Grupo de Debate “Ciudades” del Movimiento 15 de Mayo en Oviedo se celebró en la Plaza de La Escandalera el 30 de Mayo de 2011, entre las y las El objetivo, de acuerdo con la metodología adoptada, era esbozar los rasgos básicos del modelo urbano actual, haciendo especial referencia a sus contradicciones, disfunciones y obstáculos para el desarrollo personal y social en nuestro entorno más próximo, la ciudad de Oviedo.
Los ciudadanos, excluidos de las decisiones sobre el diseño de su ciudad
Todos los asistentes coincidieron en señalar la falta de participación ciudadana como argumento esencial, básico, que condiciona el funcionamiento del sistema urbano en todas sus vertientes, ambiental, económica y social. La ausencia de un debate público sobre el modelo de ciudad -a pesar de existir mecanismos y procedimientos para ello en la normativa vigente-, se traduce en una subordinación del interés público al beneficio privado, que reduce los recursos naturales (suelo, aire, agua) a meras mercancías, y a los ciudadanos en consumidores. El diseño urbano no responde a un modelo o proyecto consensuado y con perspectiva territorial, sino a un sistema capitalista de producción de suelo, cuando no a “ideas felices” u ocurrencias especulativas. Esta misma lógica privatizadora se aplica también a la prestación de algunos servicios municipales, como el transporte público. El Urbanismo se pervierte así en un simple mecanismo de financiación de los ayuntamientos y los partidos políticos.
La sustracción de la discusión pública sobre los modelos alternativos –llevados a la práctica ya en algunas ciudades de nuestro entorno- no es exclusiva del la administración local, sino compartida por el poder autonómico, estatal y judicial. La participación pública queda restringida a procedimientos formales, oscuros y obsoletos, envueltos en tecnicismos, que sustraen el debate auténtico sobre el entorno urbano al que aspira la ciudadanía. Esta ciudad disuade el empoderamiento ciudadano que nace del asociacionismo y desaprovecha su enorme potencialidad educativa y divulgativa hacia una mayor Cultura Urbanística.
Un modelo obsoleto tendente a la segregación y la escenografía
El modelo actual, basado en la segregación espacial en ámbitos territoriales cada vez más extensos de las funciones urbanas (residencial, industrial, comercial, recreativa), resulta en una movilidad insostenible, que obvia los costes económicos y de tiempo vital a él asociados, e imposibilita la accesibilidad mediante medios de transporte alternativos al vehículo privado. La especialización comercial en grandes superficies destruye el comercio de proximidad y con él su contribución a la cohesión social de los barrios. Las implicaciones ambientales de esta ciudad, difusa en su periferia y congestionada en su núcleo, consumidora voraz de recursos no renovables y generadora incansable de residuos, quedan relegadas a un papel secundario.
La relación inmediata, de continuidad, entre la ciudad compacta y el campo circundante se ha perdido; en su lugar, el paisaje banalizado de la franja periurbana cada vez más amplia. El casco histórico se vacía de su patrimonio cultural y humano, y progresivamente se especializa en una actividad hostelera intensiva que excluye otros usos diversos. De esta manera, la ciudad se convierte poco a poco en un escenario vacío, una suerte de parque temático para ser contemplado por los turistas.
La exclusión de sectores amplios de la ciudadanía
En términos sociales, el grupo destaca el carácter excluyente de nuestra ciudad, puesto que está diseñada según los intereses de un sector muy concreto de la población y no satisface las necesidades de otros muy amplios, como l@s niñ@s, l@s jóvenes o las personas mayores. La demanda no satisfecha de vivienda, que afecta sobre todo a la población joven, paradójicamente convive con un enorme parque de viviendas deshabitadas. No existe una red de equipamientos públicos de escala local de tamaño adecuado a las necesidades de cada barrio, y las zonas verdes, compartimentadas en exceso, están orientadas a determinadas actividades y grupos de edades, lo que inhibe la creatividad de sus múltiples usuarios potenciales, y desaprovecha su capacidad para acoger una mayor biodiversidad.
Monopolios y pensamiento urbano único
Por último, el Grupo constata que el concepto original de ornato público y su valor, vinculado a las funciones representativas, monumentales, conmemorativas e identitarias, se ha degradado en la expresión de un gusto personal monopolístico, en la línea del “pensamiento único”, excluyendo la participación de los colectivos artísticos. Proliferan los no-lugares, los paisajes urbanos repetitivos, estereotipados, uniformes, carentes de identidad, monótonos, “en los que nunca pasa nada”, y ello no por falta de creatividad en nuestra comunidad, sino por la preeminencia de la lógica del beneficio en la construcción del espacio público.

jueves, 26 de mayo de 2011

Desarrollo de la reunión

De acuerdo con el programa previsto, se celebró la reunión del Grupo de Trabajo, acordándose los objetivos, la metodología y el cronograma, que se reflejan con detalle en las páginas de este blog.